YOUR NAME

Kimi no na wa' es el nombre original de este anime japonés que aquí nos llegó como 'Your Name'. Estrenada originalmente en 2016, nuestro país tuvo que esperar hasta 2017 para poder ver el film. Dirigida por Makoto Shinkai, y basada en la novela escrita por el propio Shinaki, esta cinta de animación japonesa nos cuenta la historia de Taki y Mitsuha, dos jóvenes opuestos, chico de ciudad frente a chica de campo que, al irse a dormir, intercambian sus cuerpos por un día de manera inexplicable.

Lo que al comienzo transcurre como una suerte de comedia juvenil, que nos permite encariñarnos de los personajes y ver cómo son sus vidas, va dando un giro hacia el género fantástico de forma tan sutil e inesperada que, de repente, te ves envuelto en una auténtica vorágine de sensaciones de las que es difícil de escapar. La calidad de la animación, por momentos, llegaría a rivalizar con una película de imagen real, ya que hay planos tan cuidados y tan llevados al detalle que es maravilloso dejarse llevar por 

La película tiene a favor, para conseguir atrapar al espectador, que juega continuamente con las líneas temporales y lo que puede descolocar un poco al principio, acaba siendo algo totalmente lógico para la historia. Shinkai poco a poco va dejando atrás la razón de por qué los protagonistas se intercambian, para acabar centrándose en la conexión que los une, que les llevará irremediablemente a querer encontrarse.

Pero uno de los puntos fuertes, es el tratamiento que la película da a los sueños, a los recuerdos, a lo que nos separa (que suele ser menos de lo que nos une) y, sobre todo, a la nostalgia. Porque es muy difícil, y más aún en una película de animación, conseguir un sentimiento tan bonito y tan crudo como la nostalgia. Esa sensación de que el pasado fue mejor, y de querer alcanzar algo que, cuando lo consigues, a lo mejor no es tan bonito como lo recordabas, o lo creías recordar. Según avanza la historia (y no quiero destriparos mucho más), todo se complica, pero te lo crees, consigues empatizar perfectamente con los personajes, sobre todo con el de Taki, verdadero protagonista de la trama, y sufres con él, sientes pena con él... y, de repente, ves que tú has pasado por ese abanico de sentimientos mil veces en la vida.